Madre mía.

Estar contigo es llenarme de vida cada día, purificando mi alma y mi ser. Llamarte MADRE MÍA es llenar mi alma de plena seguridad.
Eres mi estrellita aca en la tierra, la que cayó del cielo un día, para ser mi madre mía, iluminando mi vida y mi caminar.
Eres mi Angel bello, el que se escapó del cielo, para cuidarme y protegerme. Besarte es limpiar mis labios de sabores amargos que me deja la vida. Tocarte, es entir la suavidad de tu alma. Me entregaste los miles de valores, los más hermosos valores, con los que me enfrento a la vida y de los cúales te doy las gracias.
Eres mi tranquilad y mi paz. Solo tu MADRE MÍA sabes calmar mi llanto y apagar mis miedos. Sé que la vida a veces es gris, pero tú eres la que me la llena de mil colores. Tus brazos son mi mejor refugio cuando la vida no me sonríe, cuando mis lágrimas brotan de mis ojos.
Eres la que me empuja a lograr mis sueños, la que siempre está cuando el resto se ha ido. Mirar tus ojitos, es encontrar la calma, cuando estoy en medio de una tormenta, eres mi sol en un día nublado, eres la vida despues de la muerte, eres mi sonrisa en medio de un llanto, eres mi vida eterna, eres mi alegría plena, eres mi más bella compañía... eres....eres... eres... eres mi MADRE MÍA.

Ella... ella es la que me dice TESORO MÍO.