
En el silencio negro de la noche, construí mis alas rotas, para comenzar un nuevo vuelo. Recoguí los pedazos de mi corazón (me sorprendió ver lo roto que estaba el condenado) y los pegué con el pegamento de la ilusión.
En el silencio negro de la noche, enterré los recuerdos que aún provocan dolor, en lo más profundo del corazón. Guardé ese mal amor, en mi cajita del olvido.
En el silencio negro de la noche, Tiré sus promesas al viento, para que vuelen muy lejos de mis alas, para que estos no impidan el nuevo vuelo de esta mariposa.
En el silencio negro de la noche, otra vez volví a soñar, por que al fin, cerré mis ojos para conciliar mi sueño.
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