Aún me lastima la espinita de la rosa que me dejaste.

Anoche, volví a caer, otra vez me pinché con la espinita de la rosa que me dejaste. Otra vez volvió el llanto, otra vez ví mis lágrimas caer sin consuelo alguno . La gente no entiende que tu nombre está prohibido en mi vida??? No comprenden que en mi nuevo mundo tú ya no estás y no volveras a estar??? Anoche, volví a llorar, la pena pudo más que mi fuerza, lo intenté mil veces lo intenté... pero volví a caer... soñé contigo, otra vez soñé contigo... Desperté sin fuerza, desperté cansada, por mi batalla interna, de esa larga noche... Ahora ya amaneció, salió el sol y todo se calmó... Mis lágrimas ya no están, mi pena se escondió, hasta que otra vez me pinche con la espinita de la rosa que me dejaste.

En su mundo de fantasias.

La niña quería ser mujer, quería ver el mundo a través de sus ojos, ser libre... ser libre, completamente libre. Construyó sus alitas, aprendió a volar, para el día de su vuelo. La niña soñaba, sin fronteras, sin limitaciones, solo soñaba... estaba llena de ilusiones, estaba llena de fantasias.
La niña creció, ahora es mujer, mujer porque lo dice su cuerpo, pero no su alma...
La mujer quiere ser niña, porque no le gusta el mundo que ahora ve ante sus ojos, tiene sus alas, pero aún no se atreve a volar. Tiene miedo, el miedo que de niña nunca sintió, porque su mundo de fantasía, no se lo permitía.
La mujer sigue soñando, no abandonó su fantasía y sigue llena de ilusiones. Trajo de vuelta su mundo, su mundo de fantasía, donde vuelan mariposas, donde todo es color de rosa. Donde no hay dolor, solo amor.
La niña creció ahora es mujer, pero sigue viviendo en su mundo de fantasía.

Mi corazón.

Pues sí, ahora si me atrevo a decir mi corazón, lo volví a recuperar y está en proceso de curación. Le devolvieron sus alitas, pero aún no quiere volar. Se armó de valor, por que ya no quiere dolor.

Pues sí, ahora me atrevo a decir mi corazón, aunque ya no es el mismo, pues algo cambió. Está cansado de tanto llorar, le prometí cuidarlo, le prometí no entregarlo, le prometí curarlo.
Pues sí, ahora me atrevo a decir mi corazón, lo llenaré de colores, lo bañaré de sonrisas y le daré mil caricias.

En el silencio negro de la noche.

En el silencio negro de la noche, volví a sonreir apagando mi dolor con la esperanza. Comencé a soñar y encontré una nueva ilusión.
En el silencio negro de la noche, construí mis alas rotas, para comenzar un nuevo vuelo. Recoguí los pedazos de mi corazón (me sorprendió ver lo roto que estaba el condenado) y los pegué con el pegamento de la ilusión.
En el silencio negro de la noche, enterré los recuerdos que aún provocan dolor, en lo más profundo del corazón. Guardé ese mal amor, en mi cajita del olvido.
En el silencio negro de la noche, Tiré sus promesas al viento, para que vuelen muy lejos de mis alas, para que estos no impidan el nuevo vuelo de esta mariposa.
En el silencio negro de la noche, otra vez volví a soñar, por que al fin, cerré mis ojos para conciliar mi sueño.

Olvidar???

Olvidar. Pues sí, yo pense que lo podría olvidar, que era cosa de dar vuelta la página o cerrar el capítulo y seguir con mi vida. (risa) Me equivoqué, otra vez más me equivoqué. Olvidar. Pensé que era un verbo nada más, el cual yo podría conjugar, pero no, es más que un verbo para mi, es mi gran misíon. Olvidar. Imagino que fué lo primero que hizo cuando yo le dije adios. Pues sí, yo le dije adios, buscando otra respuesta no la que recibí. Olvidar. No era lo que yo pensé que el haría, pensé, pensé, pensé, pensé (siempre pienso y a veces no es bueno) pues sí, pense que él me callaría con un beso, pero no fué más que un pensamiento que se confundió con una bella ilusión.

♥ Me falta ♥

Me falta la valentía, con la que enfrentaba cada día.
Me falta la ilusión, que encontraba en cada canción.
Me falta la alegría, cuando contigo yo reía.
Me falta la tranquilidad, que me llenaba de libertad.
Me falta la compañía, que me acompañaba cada día.
Me falta la dulzura, que me daba tu ternura.
Me falta la tentación, que me cortaba la respiración.
Me falta la magia, que en tu mirada encendía.
Me falta la inocencia, que en mi ojos se escondía.
Me falta la emoción, que encendia a mi corazón.
Me falta la calma, que habitaba en mi alma.
Me falta la noche, cuando no había reproche.
Me falta la locura, que me dió más de una aventura.
Me falta la salida, para llegar a mi vida.
Me falta la luna, cuando yo no era una.

Hoy desperté.

Sabes... Hoy desperté:
con ganas de mirarte, de llenar mis ojos con tu brillo.
con ganas de correr a tus brazos y decirte olvidemos todo.
con ganas de no tener ganas, más que perderme en ti.
con ganas de sentir tu corazón junto al mio.
con ganas de escuchar tu voz y perderme en ella.
con ganas de sentirte mio, solo mio.
con ganas de olvidar mi orgullo y gritarte vuelve a mi.
con ganas de decir tu nombre sin que duela el alma.
con ganas de sonreir y apagar el llanto.
con ganas de volar, donde me lleve el viento.

No me mires

Me pregunto que pasó,
que pasó dentro de mí.
Apareciste llenándome de miedos,
miedo a volver a equivocarme,
miedo a enamorarme otra vez
Y que seas como aquel,
que solo destruyó mi ilusión.
No me mires, no me insistas
no puedo darte nada en este momento,
ni siquiera una mirada.
Estoy dolida y no puedo pensar.
Sé que no eres culpable de este gran dolor,
pero eres hombre igual que aquel.
No me mires, no me toques,
entiende que tengo miedo,
miedo del amor.

No me mires, no me toques,
que todavía lloro por ese mal amor.
No me mires, no me toques,
creeme que esto es más difícil
De lo que parece.
Me cuesta rechazarte y no sé por que,
será porque ya entraste en mi corazón.

Me pregunto que pasó,
si desde que apareciste ya no siento tanto dolor,
pero a pesar de eso,
aún le tengo miedo al dolor,
no me abraces, no me toques,
no sé por que me haces temblar.
Que tienen tus palabras, que me hacen dudar,
ahora ya no sé que es lo que hay dentro de mi,
si miedo amar, o miedo de que no me ames.
Que tienen tus ojos
que me hacen soñar,
que me hacen volver a creer en el amor.